Habitación de Arnhild

Llegó a su habitación junto a Erik.
-Cuando te dije que te cogieses bien, ¿hacía falta que me tocases las tetas?

- Claro, ¿ para que están entonces?.
Metió las manos en sus bolsillos y miró alrededor.
- Bonita casa.

-Acomódate, como si fuese tuya.
Suspiró y se dio la vuelta a la cocina.

- ¿ Tengo que dormir en el sofá?.
Se sentó en el. Uy, pues era comodo.
- Dime Arn, ¿ que haces para divertirte cuando estas aqui?.

-No, hay más habitaciones. Puedes elegir la que quieras. ¿Quieres cerveza?
Abrió el frigo y sacó un zumo de piña para ella.
-Nada, me aburro mucho sola y nadie quiere estar en mi compañía.

- Si, una cerveza.
Fue hacia la cocina, apoyandose en el marco de la puerta.
- ¿ No tienes amigos?.
No sabia porque, pero verla tan triste cuando hablaba de ese tema le despertaba un sentimiento de proteccion.

Se dio la vuelta y le dio la botella.
-Para qué, si solo saben reirse de la pobre inepta de turno. Es lo único que sé hacer bien.
Salió de la cocina rumbo al salón.

j*der... No sabia que se podria sentir asi, siempre que la habia visto habia estado sonriente, como una fumada.
Se bebió de un trago la cerveza y fue hacia ella.
- Venga Arn. Eso es porque nadie se ha molestado en verte como algo mas que una rubia tonta.
Ni siquiera él.

Se encogió de hombros.
-No me importa. Sé lo que soy y no lo voy a cambiar.
Se sentó en el sofá y encendió la tele.
-¿Quieres ver una película?- le dijo emocionada.

- Oh claro, elige tu.
En el momento en que lo dijo, se arrepintió.
Seguro que le ponia una de esas mariconadas como Novia a la Fuga, Todas contra él, Guerra de novias... Y no es que el las hubiera visto.

Le puso la que estaban haciendo, Todas contra él.
-Y mira quién es el protagonista...- le dijo con cara de "jojo".

Se sentó poniendo los brazos en el respaldo del sofá.
- Ostia, se parece a mi hermano.
Lo miró mejor.
- Es mi hermano

-Si hijo, es tu hermano. Hizo experimentos como actor a ver si alguien lo recordaba.
Hizo aparecer un poco de palomitas.
-Y el viernes estrena película. Eso no lo sabe Mom, y lo peor es que hay escena de sexo. Así que si quieres usarlo en tu favor...

- Que mala eres, pero le dire que me acompañe de putas sino quiere que me chive de lo otro.
Sonrió con malicia mirando la serie.
- Miralo, es como cuando crio, todo un puton.
Acomodándose se tumbó, apoyando la cabeza en el regazo de ella.

Se quedó mirándolo y se encogió de homrbos.
Se distrajo acariciándole el pelo en los dedos.
-¿Harías eso, obligarlo a ir de putas? Mira que luego tendría bronca con su mujer.

- Eso si se enterase no...
Se estaba relajando entre sus brazos mientras ella acariciaba su pelo.
- Me encantan que me acarcien el pelo. No pares enana.

Siguió acariciándolo.
-Ah, yo pensé que querías fastidiar un poco a tu cuñada.
A ella se a soplaba la tipa.

- ¿ No te iras a chivar?.
Al verle la cara entornó los ojos.
- ¿ Que tengo que hacer para que no le chives que nos vamos de putas?.

Le iba a decir que no le importaba lo más mínimo.
-Me tienes que confesar que te pasa por la cabeza. ¿Por qué llevártelo de putas? Quieres llamar allí a Mom y hacer que se separen de él?
Seguro que Erik estaba enamorao de su cuñada.

- No soy tan retorcido.
Se cruzó de brazos mirando al techo.
- Haria eso a cualquiera, pero no a mi hermano.
Aunque le gustara su mujer.

Se quedó mirando a Erik.
-Sedme sincero. ¿Qué piensas y sientes hacia Momparlet?

- Esta buena.
Se encogió de hombros carraspeando.
- Y es simpática, parece inteligente, con caracter...
Justo como le gustaban a él.

Sonrió con lentitud comprendiéndolo.
-Pero... Me hás dicho como es ella, ¿pero qué sientes?

- Vale, me gusta, pero no soy un c*bron.
Suspiro.
- Quiero a mi hermano, y no voy a apartarlo de su mujer. Nunca le haria dicho.

Se quedó sin saber qué decir.
-Haz lo que tu corazón te dicte.
El suyo le decía que le diese consuelo aunque fuese solo tocándole el pelo.