Habitación de Arnhild

Se quedó un poco cohibida por las palabras de él y por la intensidad de su mirada.
-Realmente, la persona con la que estés se puede sentir afortunada.
Desvió la mirada a la tele.
-Suerte que tiene Mom- dijo bajito.

- No, Mom esta con mi hermano. Tiene la suerte de estar con él.
Le guiñó un ojo.
- Asi que despues de todo, no estoy tan a favor de la infidelidad.

Sonrió.
-Eres un cotilla, lo dije lo suficientemente bajo para que no me oyeses.
=
-Entonces no entiendo tu postura sobre la infidelidad de los monarcas.

- Porque no la ama. Si ella tampoco lo amase, entenderia que le fuera infiel.
Se encogio de hombros.
- Ademas, ahora son otros tiempos. Y yo sino quisiera a una persona no estaria con ella, pero antiguamente ya sabes, te obligaban y todo ese rollo.
Viva la libertad de eleccion.

Se le quedó mirando.
-El divorcio existe desde la era de los romanos. Vale que hubo una época que no se permitía.
Se estaba poniendo perdida de helado.
-Pero no veo razón suficiente para engañar a tu esposa. Por lo menos ten el valor de decíselo, y no ir por detrás.

- Bueno, la esposa está lo sabia. Mira como se tenia que agachar para pasar por la puerta.
Bromeó y vio como un poco de helado caia por su canalillo.
Pasó el dedo, recogiendolo y lo chupo.
- Asi sabe mejor.

Se quedó parada al verlo y se sonrojó a más no poder.
-No me gusta que hagas eso, Erik.

- Mas bien creo que te gusta demasiado pequeña.
Alzó su mentón, haciendo que lo mirase directamente a sus ojos.

Se afrentó a ese par de ojos verdes.
-Sí, no lo niego. Me gusta, pero no quiero seguir con ello.

- Te respeto.
Fue lo que dijo antes de separarse y centrar la mirada en la tele.
Si ella no queria hacer nada, aunque se le escaparan las manos lo respetaría.

Se le quedó mirando.
-Te has cabreado.

Puso los ojos en blanco.
- Que no mujer.
Bueno si. La miro ceñudo.
- ¿ Porque con mi hermano si y conmigo no?.

Resopló.
-Vamos, qué tiene eso que ver.
Se le quedó mirando un poco.
-Sólo quieres algo conmigo porque lo tuve con tu hermano, ¿no? Tienes que tener en cierta forma lo que él tuvo?

- Por Odín, no!.
Se pasó la mano por el pelo.
- No deseo las mismas cosas que él, no tengo culpa de que estes buena j*der.

Dejó ya de lado la tarrina vacía y se cruzó de brazos.
-¿Y entonces por quién me tomas, por un polvo de una noche? No voy a negarlo, sabes de sobra lo que hay, pero no pienso permitir que juegues conmigo.
Él le había preguntado por lo de su hermano.
-Con Wulf fue hace mucho y me iba a casar, pero me dejó más que tirada como una colilla. Si hubieses venido tú mucho antes que tu hermano me hubiese tirado a tus brazos.

- ¿ Y que quieres?. Yo no soy de los que te prometen la luna y amor eterno para acostarse con una, solo le digo lo que hay.
Encogio la nariz.
- ¿ Tan malo fue Wulf?.

-No, no fue malo. Fue doloroso, por lo menos algo. Fue mi primera y única vez.
Se recogió un mechón y se la puso detrás de su oreja.
-Pero como bien has dicho. Tú no prometes la Luna. Y yo necesito que alguien me quiera para estar con alguien.

- Está bien, está bien.
Le cogio la mano.
- Intentaré mantener mis manos quietas, puedes pegarme sino lo hago.

Se le quedó mirando.
-Te lo agradezco mucho, de verdad.
Le acarició la mano.
-No te pedí que no me presionaras y lo vas a hacer por tu iniciativa. Gracias.

- No tienes nada que agradecer pequeña.
Metio las manos por dentro de sus pantalones, colocandose la verga.
- Se que soy un pesado salido, me volveré mas...caballeroso.

Se queó mirándolo y puso una mano a su rodilla mientras la otra la llevaba al escote de su pecho.
-Lo siento, Erik. Y sé que es importante para un hombre. Si en cualquier momento necesitas traer auna amiga la puedes traer aquí, me avisas y me voy a dar una vuelta.

- No te preocupes, no te haria eso.
Y menos despues de saber que habia estado coladita por él.
- Cuando vayas a traer tu a un amigo avisame también - bromeó guiñándole un ojo, notando un pinchazo de ¿celos?.

Sonrió.
-Tranquilo, Erik. Por mi parte no creo que lo haga.
No quería estar con alguien más que no fuese él.

Se levantó cuando termino la serie.
- ¿ Vamos a dormir?. ¿ O tienes ganas de marcha?.

Se quedó mirándolo y aplaudió.
-Marcha!!!
Sacó la wii y los mandos y todo.
-¿Jugamos?